Tras el triunfo del No en el plebiscito de octubre de 1988, Patricio Aylwin fue nominado por la Concertación de Partidos por la Democracia como candidato a la Presidencia de la República.

Tanto la “campaña del No”, como la campaña presidencial de 1989, quedaron grabadas en la memoria de millares de chilenos que anhelaban el retorno de la democracia en Chile.