Esta casa, contigua a la vivienda familiar, nunca fue habitada por la familia, siendo siempre la oficina privada de don Patricio.

Al asumir la Presidencia de la República, la actividad pública invadía la privacidad familiar y se requería de un lugar de trabajo y reunión. Esto coincidió con que sus propietarios la ofrecieron en arriendo. De acuerdo a su nuevo destino, debió ser remodelada, lo que obligó a establecer un contrato de arriendo con promesa de compra, por lo que don Patricio solicitó un crédito hipotecario para su posterior adquisición.

Tras su fallecimiento, en abril de 2016, esta casa, conocida como “su oficina” fue refaccionada y hoy es la sede de la Fundación Patricio Aylwin. Se conservó la austeridad de su propietario y sólo se realizaron modificaciones en la zona donde se ubicaba la secretaría y la sala de espera, espacio que se ha destinado para exponer muebles, objetos, documentos y fotografías sobre la vida del expresidente. También se refaccionó el sector que utilizaba carabineros, que fue habilitado como depósito para instalar la biblioteca personal del expresidente, quedando accesible para ser consultada por los interesados.